Entrevista a Don Juan Esteban Baena Díaz

Don Juan Esteban Baena es coordinador TIC del Colegio Alborán. Su principal cometido es el mantenimiento de la infraestructura informática del centro, aunque también ejerce como docente, ayudándonos a obtener varias de las titulaciones oficiales de Microsoft. Además, como community manager, es el responsable de las redes sociales de la institución: Youtube, Facebook, Twitter, Instagram y la web.

La sociedad ha evolucionado y la Educación debe adaptarse a la realidad tecnológica en la que vivimos

Elías 1: ¿Cuándo fue su primer contacto con la Informática?

Juan Esteban: Fue a una edad muy temprana. Al ser mi padre informático de profesión, estuve en contacto con ordenadores desde muy pequeño. Él siempre trató de mostrármelos como una herramienta útil, y no solo como algo lúdico. Es algo que me gusta enseñar también a mi alumnado.

Elías 2: ¿Qué es lo que más le motivó de la tecnología para orientar sus estudios universitarios hacia ella?

Juan Esteban: Desde que tuve mi primer ordenador (un Amstrad PC 1512) vi muy claro que quería estudiar Informática, y es algo de lo que me alegro actualmente. De hecho, siempre me ha gustado, recuerdo que diseñaba videojuegos cuando tenía unos 14 o 15 años, con las limitaciones de la época, claro (risas). A pesar de ello, debo decir que también tenía otros muchos intereses. Además del baloncesto, me gustaba y me sigue gustando mucho leer. Aprendí a encuadernar libros gracias a Juanjo, un amigo de la familia, y como no tenía nada que pudiera utilizar para practicar, me dediqué a escribir mis propios relatos. Al principio utilizaba una vieja máquina de escribir pero poco después, cuando empecé a utilizar los programas de tratamiento de texto del Amstrad, me sentí liberado. Poco a poco me fue atrapando más la idea de contar historias e inventar. Aún hoy conservo esos libros encuadernados a mano con mucho cariño.

Elías 3: ¿Qué cambios ha encontrado a lo largo de estos años tanto positiva como negativamente en la tecnología?

Juan Esteban: Es difícil responder esa pregunta… Creo que el punto de inflexión es la mejora de la memoria. Por ejemplo, mi primer ordenador tenía unos 512Kb, mientras que hoy día, el almacenamiento en la nube es prácticamente ilimitado.

La parte negativa es muy evidente. Todo en exceso es malo y, por ejemplo, los teléfonos móviles crean adicción si no se saben utilizar de forma controlada. De todas formas, considero que los dispositivos en sí no son perjudiciales ni beneficiosos, sino que sus ventajas o desventajas están relacionadas con el uso que cada cual hace de ellos.

Elías 4: ¿Qué le ha sorprendido gratamente y qué le ha decepcionado de trabajar en este colegio?

Juan Esteban: Tengo que reconocer que me han sorprendido muchísimas cosas de forma positiva. Antes de  ejercer en este colegio, yo nunca había impartido clases, aunque la docencia me atraía mucho y creía que podía hacerlo bien. He trabajado en empresas donde pasabas las 8 horas delante de la pantalla y aunque aquello me encantaba, el trato diario con los estudiantes y el excepcional ambiente de trabajo que se respira en el colegio han sido muy gratificantes para mí. Otra de las cosas que más me ha gustado, aunque sea a nivel personal, es tener aquí a mi hijo y verlo tan feliz.

Por otro lado, cuando tu trabajo te apasiona, es fácil dejarse llevar por él. Quizás ese sea el único aspecto negativo que se me ocurre. A veces, sin darte cuenta, acabas trabajando más horas de las que deberías. En cualquier caso, el balance es totalmente positivo.

Elías 5: El Colegio Alborán apostó hace 3 años por el uso de iPads. ¿Haría la misma apuesta?

Juan Esteban: En el contexto social actual, creo que es muy importante el desarrollo de las competencias digitales y tecnológicas del alumnado. Es por ello que siempre estaré a favor de integrar los mejores dispositivos que estén a nuestro alcance en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Da igual si son o no iPads. Por supuesto, esa integración debe ir de la mano de un cambio metodológico. Eso es algo que, bajo mi punto de vista, se ha realizado en Alborán de una forma impecable. Volviendo a la pregunta, cuando el colegio apostó por los iPads yo fui uno de los que dio el «sí» a pesar de que había otras posibilidades, pero entonces estos eran la mejor opción. Si mañana hay otra opción mejor, habrá que innovar. Nunca hay que quedarse estancado en ningún aspecto.

Elías 5: Elija una opción: nunca más dar clases, o nunca más tener conexión a internet.

Juan Esteban: ¿No me puedo escapar y no elegir ninguna? (Risas). Lo malo es que para dar clases necesito Internet, no puedo dar clases de tecnología informática sin internet y menos hoy día.

Elías 6: Podría usando las antiguas enciclopedias (risas)

Juan Esteban: Dado que mis clases son de informática, como no podría darlas, supongo que escogería quedarme con internet y sin clases, pero solo por esto. Yo sin internet podría vivir sin ningún problema (risas).

Elías 7: Entonces, ¿si impartiera otra asignatura elegiría quedarse sin internet?

Juan Esteban: En ese caso, supongo que sí. Aunque sería una pena, ya que el uso de la tecnología en el aula me parece algo fundamental, con independencia de la materia. Por ejemplo, hace poco realicé un estudio sobre cómo se podrían impartir clases de Latín utilizando el videojuego Minecraft. La sociedad ha evolucionado y la educación debe adaptarse a la realidad tecnológica en la que vivimos.

Elías 8: Usted es el encargado de la preparación para la obtención de los títulos de Microsoft (Powerpoint, Word y Excel). ¿Qué relevancia cree que tendrán en nuestro futuro trabajo o currículum?

Juan Esteban: Buena pregunta que me hacen muchos jóvenes en clase. Esta titulación es un complemento muy interesante hoy en día y, además, tenéis la facilidad de obtenerlo en el colegio. Aunque es obvio que un empleo no se consigue únicamente por tener una titulación como Excel, sí os abre muchas puertas, es una titulación internacional que os aportará una ventaja competitiva frente a otros posibles candidatos.

Dado que Alborán es un centro oficial examinador, cada año vienen personas ajenas al propio colegio para examinarse, para mejorar sus currículums o porque se lo exigen en sus respectivas empresas. Aunque es cierto que en España aún no están tan valoradas como en otros países, el interés por estas certificaciones crece año tras año.

Elías 9: Sabemos que usted estudió finalmente Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas, pero ¿no dudó a la hora de tomar la elección?

Juan Esteban: Pues es cierto que, como he dicho anteriormente, siempre tuve claro que me quería dedicar a la Informática. A pesar de ello, recuerdo que tras hacer Selectividad, tuve un momento de duda y casi me decanto por estudiar Medicina. No sé cómo me iría siendo médico, pero no me veo trabajando como tal (risas). Seguro que no disfrutaría tanto como ahora.

Sin embargo, si ahora fuera adolescente y pudiera volver a elegir, cursaría el Bachillerato Artístico. Veo que cada vez tiene más salidas. Por ejemplo, para diseño web o para desarrollo de videojuegos es imprescindible saber combinar la parte artística y la tecnológica, por lo que ambos perfiles se hacen necesarios. Me considero una persona muy creativa y estoy totalmente convencido de que esta modalidad la fomenta mucho y potencia la imaginación. Tendría que hacer un Bachillerato mixto, ya encontraría la forma. (Sonríe).

Elías 10: ¿Entonces dibujar se le da bien?

Juan Esteban: No se me da mal del todo y disfruto mucho haciéndolo. De todas formas, creo que tampoco hace falta dibujar de una forma espectacular para diseñar un personaje de videojuegos, por ejemplo. Pienso que lo más importante es estudiar algo que verdaderamente te guste y sea tu vocación.

Elías 11: Todos somos conscientes de la influencia de muchos padres en la elección de los estudios de sus hijos, ¿usted cree que es bueno obligar a los hijos a estudiar lo que los padres quieren que estudien?

Juan Esteban: Creo que una de las misiones principales que tenemos como docentes es ayudar a que cada estudiante descubra cuál es su vocación, a lo que se quiere dedicar. No tiene mucho sentido obligar a alguien a estudiar algo con lo que no disfruta, simplemente, porque rara vez funciona. En mi caso, como padre, es aún muy pronto para saber lo que serán mi hijos. Mi prioridad es que descubran qué les gustaría ser, que sigan sus metas y busquen su felicidad. Al menos en mi caso, lo que quiero es que mis hijos sean felices y que estudien lo que les guste.

Elías 12: Quizás una de las mayores influencias que tienen los milenians son las redes sociales. ¿Qué cambiaría de estas para perfeccionarlas?

Juan Esteban: Esta pregunta también es muy interesante. Me gustaría limitar el acceso de los más pequeños, aunque no sabría bien cómo hacerlo. Cualquiera se puede dar de alta en Facebook, Twitter o cualquier otra red social sin que haya un control real. Sería muy difícil, es más, en parte tiene más que ver con la formación y con los padres.

Elías 13: El fenómeno Youtuber afecta a casi toda la población juvenil. ¿Consume el contenido de algún youtuber? ¿Considera el ser youtuber como un oficio?

Juan Esteban: Claro que veo vídeos, es imposible vivir de espaldas al mundo que me rodea. Sigo algunos sobre realidad virtual. De hecho, cuando era joven me planteaba por qué no creaban gafas VR, pero es que aunque se conociera el concepto, la tecnología de entonces no lo permitía. También sigo algunos canales de Ciencia y Tecnología, como El Robot de Platón o los “videotutoriales” de Jesús Conde. Reconozco que soy bastante selectivo con lo que veo (risas), el escaso tiempo libre que tengo no quiero gastarlo en algo que no me aporte nada.

Con respecto a tu segunda pregunta, sí considero que ser youtuber sea un oficio, y, al contrario de lo que piensan y dicen muchos, no creo que ganen demasiado. Sin embargo, también opino que, dado que la tecnología y la sociedad actual evolucionan tan deprisa, aunque ahora mismo te puedas ganar la vida como youtuber, puede que en unos años no sea así. Por eso es tan importante que las nuevas generaciones se formen para vivir en el cambio. Por eso son tan importantes las competencias como los conocimientos, o incluso más.

Por Elías Salinas Teruel