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Encuentro literario con Doña Ana Alcolea. 2018-2019

“Al leer vivimos muchas vidas. Leer nos hace libres y ensancha nuestro camino”.

Ana Alcolea.

Dentro del Proyecto Lector del Departamento de Lengua y Literatura y en colaboración con la editorial Anaya, el 5 de marzo tuvo lugar un encuentro literario con Doña Ana Alcolea, escritora y profesora de Lengua y Literatura, galardonada entre otros premios, con el Premio Cervantes Chico.

Doña Ana compartió con el alumnado de los cuatro cursos de Educación Secundaria experiencias literarias de sus obras “El medallón perdido” (su primer libro)  y “ El bosque de los árboles muertos”, ambos  leídos por nuestro alumnado este curso, a la vez que dio respuestas a todas las dudas y aclaró inquietudes que surgieron en torno a estas y otras obras.

Los alumnos y alumnas mostraron además interés por sus obras “ El retrato de Carlota” y “ Donde aprenden a volar las gaviotas”.

Comenzó su intervención con una reflexión interesantísima, afirmando que “al leer un libro, los lectores somos tan creadores como los propios escritores”, es ahí donde reside la magia de la escritura. Y es que, como ella afirmó,  las palabras no significan lo mismo para todos: “las palabras nos transforman y nosotros a la vez las transformamos”.

Doña Ana Alcolea es consciente (y así lo transmitió en su visita) de que sus libros, las historias que cuenta y los personajes que crea pueden generar distintos sentimientos en cada uno de sus lectores.“Un libro dice algo diferente a cada uno de nosotros”. Es por ello que considera primordial escribir desde las emociones (pilar fundamental de las novelas en su opinión) y recomendó a los estudiantes con aficiones literarias que no dejen de plasmar sus historias. “Un buen escritor o escritora ha de estar atento a lo que le rodea y ser curioso”.

Supo transmitir su amor por los libros, resaltando que al leer alimentamos el pensamiento, y destacando así mismo que “leer otorga la capacidad de tener un pensamiento crítico y libre”.

Esta actividad de animación a la lectura supuso un espacio de reflexión, un encuentro enriquecedor y ameno, en el que los asistentes participaron activamente en el que todos aprendimos que “las palabras son curativas y que expresarse sirve para sanar heridas”.